La decisión llega en un momento crítico. Solo en el condado de Los Ángeles, se estima que más de 3,000 veteranos viven actualmente en la calle, representando una de las concentraciones más grandes del país. El plan busca reactivar el propósito original del campus del VA, que por años fue objeto de críticas por ser utilizado con fines no relacionados a la atención de veteranos.

Uno de los puntos más controvertidos de esta orden es la reasignación de fondos, que ahora serán destinados a esta iniciativa en lugar de programas dirigidos a inmigrantes indocumentados. La administración ha instruido también al Secretario de Vivienda (HUD) a colaborar utilizando vales de vivienda como apoyo adicional.

La iniciativa ha sido respaldada por organizaciones como The Veterans Collective, y aunque aún enfrenta retos logísticos y políticos, representa un paso concreto hacia la recuperación de aquellos que han servido al país.