Una reciente investigación ha demostrado que los inmigrantes que permanecen más tiempo en el país, se encuentran financieramente más estables y se inclinan a comprar su casa propia más rápido que otros sectores. Los estudios vienen en un momento de profundo interés en las decisiones de vivienda de los inmigrantes, que se estima pueden ayudar a incrementar la demanda de viviendas en los años venideros.
A los inmigrantes les ha ido mucho mejor comparados con la población en general nacidos en Estados Unidos cuando se trataba de aferrarse a sus casas o comprar una nueva casas después que la crisis del mercado de la vivienda se presentó, esto es según los últimos estudios que analizan los datos del censo de Estados Unidos.
Mientras que el porcentaje de dueños de propiedades disminuyeron después de la burbuja inmobiliaria, este porcentaje aumentó sin embargo entre los inmigrantes, desafiando a la afirmación de que los inmigrantes fueron golpeados desproporcionadamente por la crisis de la vivienda.
Esta semana un estudio de Fannie Mae, encontró que los inmigrantes Propietarios de vivienda hicieron una gran diferencia frente a los nativos de este país, disminuyendo la brecha entre ellos y los norteamericanos nativos más rápidos en la década del 2000 que en la década de 1990.